Buenas noches amigos y amigas, compañeros y compañeras:
Una vez más nos encontramos reunidos en este espacio que cobija tantas y tan diversas expresiones. Es, por excelencia, el lugar para encuentros deportivos, inmejorable lugar para recitales ¿cómo no recordar el recital de Amnistía Internacional a principio de los años 90, cuando Chile recién recobraba la democracia?
Pero también ha sido un lugar oscuro; después del fatídico 11 de septiembre de 1973, hasta este lugar fueron traídos tantos y tantas a quienes se sometió a vejámenes de todo tipo, a quienes incluso se les cegó la vida, a quienes se les detuvo y hasta hoy no sabemos dónde están.
Hoy copamos un espacio que mantiene la memoria, pero esto no se hace de forma automática, esta es la cultura viva de quienes boca a boca nos convocamos para reunirnos cada año en el frontis del Estadio Nacional. Nos hace bien vernos, nos hace bien estar juntos: el dolor no desaparece pero adquiere sentido pues permite conmemorar, esta noche habemos muchas personas reunidas, pero no estamos todos.
Este es un año particularmente difícil, estamos tristes, este nuevo septiembre ha cobrado la vida de 21 personas buenas en el trágico accidente de Juan Fernández, nuestras condolencias a sus familias, deseamos que cada uno de los cuerpos sea encontrado, que no se extienda la agonía de la búsqueda que tantas de nuestras compañeras debieron pasar con la esperanza de encontrar a sus seres queridos.
Recuerdo que hasta esta mañana de domingo la valerosa madre de uno de nuestros compañeros detenido desaparecido caminó hasta el kiosco de la esquina de su casa para comprar los diarios, no uno, sino todos, como hace sagradamente todos los días desde que su hijo desapareció… no vaya a ser que en algún diario, un día cualquiera venga la noticia de su paradero… esto es dolor, pero también es esperanza.
Sin embargo, acá estamos, conmemorando el año 38 desde que se produjera el pálido final de un sueño democrático, estamos de pie, reunidos con tristeza y con la alegría sana de saber que nuestros sueños sobreviven y crecen, como los hijos, se agigantan y explotan en una multitud de lienzos en manos estudiantiles gritando y marchando por
Estar esta noche en este escenario nos hace pensar que acá lo importante no son las luces, el audio, las cámaras, acá lo importante es que desde esta humilde tarima mantenemos la memoria, retransmitimos la historia, nos reparamos y decimos todos juntos, los de
Ya nos decía Salvador Allende que “la historia en nuestra y la hacen los pueblos” por eso esta noche iluminada a la luz de las velas podemos nuevamente constatar que nadie nos ha regalado nada, cada logro, cada avance en la justicia social de Chile ha sido producto de los movimientos sociales que instalan y defienden sus demandas con todo lo que tienen en su momento.
Este es el tiempo de perfeccionar nuestra democracia, de avanzar con altura de miras hacia el futuro de trazarnos nuevos y grandes desafíos. Chile necesita una Nueva Constitución y es legítimo soñar con que ésta se haga de cara a la ciudadanía, con y por la gente a través de una Asamblea Constituyente. Ese es nuestro desafío y nuestro compromiso con estos tiempos, a partir de las características de la carta magna podremos establecer la forma en que damos cabida a los derechos económicos sociales y culturales con los cuales estamos tan al debe en nuestro país.
Son muchas las tareas, pero la lucha continúa, no podríamos entender la vida de otra manera.
Queremos invitarles a hacer de este espacio de conmemoración y homenaje un momento de reflexión, de introspección, con el que puedan recargar sus fuerzas para seguir en lo que nos convoca. No podemos quedarnos observando, es nuestra responsabilidad y nuestra alegría trabajar por hacer de este un mejor país que aprenda la dura lección que nos dejó auqel 11 de septiembre de 1973.
Adelante y Fuerza Compañeros hay que poner un poco más de empeño!!
Paula Mendoza